Augusto Rubio Acosta nació
en Chimbote el 21 de abril de 1973. Es comunicador social egresado de
la Universidad San Marcos, ha publicado tres libros de poesía: “Inventario de
iras y sueños” (2005), “Mi camisa de comando” (2007) y “Poquita fe” (2011),
además de los volúmenes de narrativa “Avenida indiferencia” (2005) y “Mundo
cachina” (2007). Además, Augusto Rubio es editor y community manager de “Marea
cultural”, publicación 2.0 de ideas y placer que difunde literatura y noticias
afines.
tardanza
les hablaron de mutación
morfológica social y cultural
mientras plantaban su estera
observadores franceses
que pasaron de sur a norte
los catalogaron de bidonville
las estacas se alinearon junto a los perros
sobre los planos rudimentarios
que nadie aprobó
les dijeron y repitieron:
“no jodan les habilitarán otro terreno…”
a los niños panzones
y a sus madres desencajadas
nada de eso importó.
me hubiera gustado amar
cada uno de tus días
bajar al llano tocar guitarra
y levantar mis brazos
ante el cordón policial
pero nunca me supe tus sueños progre
ni siquiera a hurtadillas
la luminosa historia de tus días
y ahora intento conchudamente
habitar
( como un cojudo )
los precarios rincones de tu infancia
jugar pichanga en la avenida de tus carencias
y zamparme un trago
( adulterado )
a la mitad de tus mañanas
me hubiera gustado amar amar
el aguafuerte de tu tristeza
computar
( in situ )
a tus hembritas
y la soledad desnuda en tus ventanas
pero llegué tarde tarde
y no quedó otra
que intentar arrancarle
el secreto a la nostalgia
deambulando como un huevón
( al cuadrado )
por las veredas rotas
de tu vida.
les hablaron de mutación
morfológica social y cultural
mientras plantaban su estera
observadores franceses
que pasaron de sur a norte
los catalogaron de bidonville
las estacas se alinearon junto a los perros
sobre los planos rudimentarios
que nadie aprobó
les dijeron y repitieron:
“no jodan les habilitarán otro terreno…”
a los niños panzones
y a sus madres desencajadas
nada de eso importó.
me hubiera gustado amar
cada uno de tus días
bajar al llano tocar guitarra
y levantar mis brazos
ante el cordón policial
pero nunca me supe tus sueños progre
ni siquiera a hurtadillas
la luminosa historia de tus días
y ahora intento conchudamente
habitar
( como un cojudo )
los precarios rincones de tu infancia
jugar pichanga en la avenida de tus carencias
y zamparme un trago
( adulterado )
a la mitad de tus mañanas
me hubiera gustado amar amar
el aguafuerte de tu tristeza
computar
( in situ )
a tus hembritas
y la soledad desnuda en tus ventanas
pero llegué tarde tarde
y no quedó otra
que intentar arrancarle
el secreto a la nostalgia
deambulando como un huevón
( al cuadrado )
por las veredas rotas
de tu vida.
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