13 octubre, 2011

JORGE HURTADO (Trujillo, 1976)

Jorge Hurtado Caballero nació el 3 de julio de 1976 en Casagrande, Trujillo. Poeta, narrador y furtivo colaborador periodístico de algunos medios locales y nacionales. Comparte su pasión por la literatura y la filosofía, pilares fundamentales de su vida, con la Ingeniería Industrial. Ha colaborado en el diario Correo como columnista, formó parte del proyecto periodístico Plural (Trujillo), así como del comité editorial y colaborador de la extinta revista Las Sumas Voces y se dedicó al periodismo cultural en la etapa inicial del diario La Primera. Tuvo un espacio radial de crónicas y reflexiones literarias y filosóficas, llamado “El Rincón sin Dios”. 
El 2010 y 2011 fue editor de política y columnista de la revista Contrapoder. Entre sus desaciertos públicos, obtuvo el primer premio en el 2º Concurso de Cuentos de la Feria Internacional de Libros de Trujillo. Una selección de sus poemas ha sido publicado en la antología 18 poetas latinoamericanos (Zignos, 2006). Publicó un libro de poemas, Óxido (2007), en la colección internacional País Imaginario, de la editorial Zignos. Y en estos meses anda en trance diario en su trabajo poético titulado El Sol Nihilista (o Desde el jardín de la Usura) para luego desertar completamente de la poesía escrita. 


arranquemos los úteros que nos hicieron nacer

y los salvajes cantan en la Noche Absoluta:
arranquemos los úteros que nos hicieron nacer, los músculos que nos expulsaron desnudos ante un dios ciego y vacío de espíritu.
estamos atrapados en un vientre más atroz. la angustia se transforma en un elixir mágico contra la muerte.
el mundo está quieto.
los colmillos de la bestia se clavan en cuerpos de mujeres jóvenes hasta hacerlas engendrar en hospitales y en casuchas pestilentes donde lo único que existe es una vida que nace sin nacer.
asesinados por el miedo destruimos nuestros cuerpos en campos brutales.
asesinados por el horror inventamos nuevas formas de asesinar y ser asesinados.
y la Madre sigue engendrando sin freno en su cuerpo viscoso. destructiva. materia orgánica bajo una luz artificial.
extremidades que crecen hasta tocar la vía lechosa con la punta de sus garras.
cuerpos devorándose en medio de orgasmos frenéticos luchando contra el devenir…
y los salvajes se detienen en el amanecer, mudos.

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